Los docentes interinos padecen un “maltrato histórico” por parte de la Administración
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) reclama a la Junta de Comunidades que mejore las condiciones laborales de los interinos docentes, ya que se encuentran en una situación mucho peor que en otras comunidades autónomas limítrofes donde sí se les reconoce el pago del verano y cuentan con jornadas completas. El presidente del Sector de Educación de CSIF Castilla-La Mancha, José Antonio Ranz, expone que el “maltrato histórico” que padece este colectivo en la región provoca que muchos docentes “se marchen a otras comunidades y haya falta de profesorado en Castilla-La Mancha”. Para dotar de estabilidad a los más de 1.700 interinos de la región, CSIF señala la necesidad de abonar el verano a partir de cinco meses y medio trabajados, un derecho que no tiene fecha de recuperación. Actualmente, la Administración acomete este pago cuando se produce una vacante que comience el 1 de septiembre y que finalice el 30 de junio, “algo injusto, ya que a los interinos que no cumplan con estas condiciones, a pesar de haber superado el tiempo estipulado, no se les paga. Además, origina un agravio comparativo con los de otras comunidades a la hora de ser valorado su tiempo trabajado para obtener una plaza fija de oposición”. Asimismo, es preciso convocar Ofertas de Empleo Público en igualdad de condiciones que el resto de comunidades autónomas y bajar el horario lectivo en Enseñanzas Medias de 20 a 18 horas semanales, como el resto de comunidades autónomas. Guadalajara es una de las provincias más afectadas, ya que un alto porcentaje de interinos, más de 300, está a media jornada o incluso menos, lo que provoca que “huyan a otras regiones, así que tenemos plazas de Matemáticas, Física y Química o Informática, así como especialidades de Formación Profesional, que son muy difíciles de cubrir”. Pero además, las condiciones laborales en Guadalajara son incluso peores que en el resto de provincias debido a que “se está aplicando el acuerdo de itinerancias de manera restrictiva e incluso en los últimos tres años hemos tenido un calendario escolar distinto y peor que el resto de provincias”, señala Ranz, que añade que “tenemos incluso el caso de que desde la Delegación Provincial no se apoya al profesorado al no aplicar la presunción de veracidad del mismo en las calificaciones, es un caos, que este año se ha agravado con la implantación de la nueva Ley educativa que ha hecho aumentar las tareas burocráticas de los docentes. Incluso, desde la Delegación provincial de Guadalajara se desoyen las propias instrucciones de la Consejería en muchos casos, como es el de los profesores de institutos que están haciendo 5 guardias semanales cuando la norma regional marca que sean 3”. Por su parte, Daniel Ruiz-Castillo, delegado de CSIF Educación Guadalajara, sostiene que “no se contratan a los profesores necesarios, tenemos plantillas reducidas y retrasos injustificados para cubrir sustituciones” que provocan “enormes problemas, además se incide mucho en la atención individualizada en los nuevos currículos y en las órdenes de evaluación, pero es imposible llevarla a cabo con los efectivos existentes”. Como ejemplo, Ruiz-Castillo señala que en el IESO Mar de Castilla de Sacedón no hay profesor de Pedagogía Terapéutica (PT) desde el inicio de curso, o el que algunos institutos de la provincia no pudieran empezar las clases con normalidad hasta finales de septiembre porque no se dotó con el suficiente número de profesores al centro, caso del IES Clara Campoamor de Yunquera de Henares, departamento de Informática del IES Arcipreste de Hita de Azuqueca de Henares o el departamento de Comercio del IES Brianda de Mendoza de Guadalajara ciudad, entre otros. A esto se suma que Guadalajara está recibiendo desde el inicio de curso alumnos de escolarización tardía, muchos de ellos sin conocimiento del idioma. Tanto la Consejería como la Dirección Provincial de Educación no están dotando a los centros de profesorado especialista en la enseñanza del español para extranjeros. En el mes de abril, ante la pasividad de la Administración, CSIF comenzó a dar clase con profesores voluntarios a refugiados ucranianos. “Si se quiere apostar por la enseñanza pública hay que dotar a los centros de los recursos necesarios, y más en este año tan complicado donde el exceso de burocracia es una constante”, concluye Ruiz-Castillo.