A CSIF le parece acertado tratar estas órdenes de evaluación en Mesa Sectorial, pero creemos que todavía el proceso de evaluación se podría simplificar más para reducir la carga burocrática de los docentes. La evaluación de diagnóstico, por ejemplo, tal como se plantea en la orden, acarrea más burocracia.
Por otro lado, consideramos que, si se quiere llevar a la práctica lo planteado en esta orden, que va hacia una atención individualizada, es necesario dotar de más recursos personales a los centros, reducir las ratios y disminuir el horario lectivo de los docentes. Cuando se habla de calidad, hay que dar recursos para todos los alumnos, también para los de altas capacidades.
Instamos a que los docentes se puedan formar dentro del horario lectivo y, por supuesto, se les dé tiempo para asimilar los cambios. Igualmente consideramos que se debe incluir de forma explícita el teletrabajo en estas órdenes para que las sesiones de evaluación se realicen de forma telemática.
CSIF exige que se contemple la presunción de veracidad en las calificaciones de los docentes para evitar que las reclamaciones casi siempre sean contestadas por la administración a favor de los alumnos o las familias.
Asimismo, incidimos en que las órdenes no valoran la cultura del esfuerzo. Se nos presentan unas órdenes de evaluación donde el alumnado pasa con el mínimo esfuerzo. El alumnado tiene que aprender unos saberes básicos y se tiene que esforzar por aprenderlos. Los alumnos se fijan en quién va pasando de curso con el mínimo esfuerzo y, como es lógico, se apuntan a hacer lo mínimo para ir pasando. No podemos fomentar la cultura del esfuerzo con un currículo que le corta cada vez más las alas.