Hace 1 año
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La excepcionalidad convertida en norma perjudica seriamente a los opositores de algunas especialidades de FP.
Formar tribunales con la totalidad de sus miembros de una especialidad distinta a la que tienen que evaluar perjudica seriamente a los opositores, Además de generar desconfianza en los opositores sobre el proceso de evaluación sobre contenidos que no domina ninguno de los miembros del tribunal.
Es lo que tienen las prisas legislativas.
Convocar un proceso selectivo de oposiciones sin tener claro quién puede evaluar a los profesores opositores lleva a estas rocambolescas situaciones donde ninguno de los miembros del tribunal es de la especialidad a la que van a evaluar.
Todo esto viene provocado por el paso de los profesores técnicos de FP (591) al cuerpo de profesores de secundaria (590), según marcaba la normativa estatal (LOMLOE 3/2020) y que en CLM se procedió a ejecutar ahora en febrero del 2023.
Y es que este año 2023 en CLM se convocan oposiciones a ciertas especialidades de FP que hasta ahora están impartiendo profesores técnicos pero dichas especialidad yan han pasado a ser del cuerpo de secundaria.
Según la normativa vigente ningún profesor técnico puede evaluar a opositores que quieran acceder al cuerpo de profesores de secundaria aunque la asignatura a la que vaya a acceder sea la que ellos están impartiendo.
Esto ha provocado que la administración educativa haya puesto a los profesores de secundaria de asignaturas afines como miembros de los tribunales evaluadores de esos opositores.
En algunos casos los módulos de dichas especialidades no comparten ningún contenido por lo que los profesores de secundaria de estas especialidades afinesno se ven capacitados para poder evaluar una especialidadque no es la suya, y así decidir qué profesionales están capacitados para poder acceder a la función públicadocente.
CSIF ya indicó, en su momento y en varias y reiteradas ocasiones, que no veía procedente convocar algunas especialidades que pudiesen provocar estas situaciones.
Pero una vez más la publicidad y propaganda de la Administración hace oídos sordos a la propuesta de CSIF y saca las plazas.
Ahora se encuentran con que no tienen profesores de secundaria cualificados para poder formar a los tribunales evaluadores y por lo tanto acuden a una norma, cuya filosofía era con carácter excepcional, y compone los tribunales evaluadores con profesores de especialidades afines, algunas de las cuales nada tienen nada que ver.
Por eso CSIF pide a la administración que reconsidere esta situación que va en perjuicio de la evaluación de los opositores y de la formación de los futuros funcionarios de carrera.
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