Apuntes: ¿Por qué se dan las resistencias estructurales al cambio en profesiones cualificadas?

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¿Por qué se dan las resistencias estructurales al cambio en profesiones cualificadas?  Por ejemplo, en los diversos sectores de la docencia

Desde sus orígenes el funcionariado docente ha vivido en estructuras y en organizaciones siempre detrás del ritmo social y económico de su tiempo. Esta realidad endémica ha terminado por contagiar a sectores mayoritarios proclives a acomodarse a ella y a dar por hecho que no hay mejores alternativas.

Este mapa profesional de estilo muy conservador ha terminado por consolidar la idea de que los cambios, aunque fueran necesarios, no satisfacen a la mayoría por sus altas exigencias. Y de este modo se ha ido, a lo largo de los años dibujando una “geometría plano” de la profesión docente y, lo que es peor, una diferencia clave entre “lo que hay “y “lo que pudiera y debiera haber”.

La resistencia a los cambios demandados por la sociedad y por la sociedad educativa, en la que los docentes viven y de la que forman parte importante es, efectivamente, una inercia, a veces poco llamativa, que puede caracterizarse y que conviene hacerlo , para no incurrir en generalidades.

Posibles razones que empujan las resistencias al cambio:

1.-Una deficiente formación universitaria esclerotizada en el academicismo,  y también tanto en los comienzos de la profesión como en la permanencia en la misma

2.-Escaso reconocimiento del “otro”, lo que aumenta la inseguridad, el ensimismamiento, la resistencia a la apertura y la  negatividad

3.- Escasa tendencia a la colegiación de los profesionales, al trabajo compartido, malgastando así la seguridad y la visión del conjunto

4.- El currículo canónico actúa como elemento de presión, impide iniciativas y termina por provocar conformismo en los profesionales

5.-La debilidad corporativa a la hora de defender la profesión, reduciéndola a aspectos reivindicativos e interesadamente preocupada por sus derechos

6.-Tanto las intromisiones habituales de los gremios políticos de toda índole no se contestan con argumentos sólidos, sino con posiciones abstencionistas

7.-Las frecuentes arbitrariedades e imposiciones externas de las administraciones y del contexto social

8.-Los intereses de una política aldeana golpean a la escuela y por lo mismo a sus profesionales

9.-La falta de diálogo y de espíritu de consenso breves anotaciones pretenden, sí, describir una situación muy arraigada que, con frecuencia, predispone a una parte de los diversos cuerpos docentes (maestros, profesores de secundaria, inspectores de educación) a no aceptar cambios en su status por leves que fueren y a permanecer encastillado en una suerte de inercia profesional.

La pregunta obligada ha de referirse a qué conducta colegiada debiera adoptar el profesional docente, no para aceptar o rechazar los cambios que pudieran ser necesarios en su escenario de trabajo, la escuela, sino para tener visión de futuro y abrirse a la indagación y al estudio de propuestas, aunque no basta. Las resistencias habituales a los cambios no casan bien con exigencias de ética profesional de todo punto imprescindibles para dignificar y hacer valer una profesión, vital para la salud social y moral de una sociedad.

    Agustín Chozas Martín, marzo de 2021      

  FEAE  de CLM

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