Equipos directivos: liderazgo en tiempos de pandemia

Hace 1 año 71

Lamentablemente, el estallido de la pandemia cambió de manera traumática nuestra manera de entender la vida. Desmontó, sin miramientos, nuestra forma de ver el mundo, de relacionarlos con los otros; cambió nuestros hábitos y, por supuesto, el ecosistema de los centros educativos, nuestra manera de aprender y enseñar. En pocos días, pasamos de una actividad educativa presencial, humana, cercana… a un modelo virtual, a distancia, deshumanizado, en el que docentes, familias y alumnado tuvimos que aprender a transitar de manera atolondrada, desorientada, sin rumbo fijo. En tales circunstancias, las direcciones de los centros y sus equipos tuvieron, quizás más que nunca, que ejercer liderazgos potentes, responsables, definitivos hacia el resto de los miembros de la comunidad educativa.

Dos años después del inicio de la pandemia, ese liderazgo debe seguir manifestándose fuerte, sereno, en un contexto de inseguridad, desconcierto e incertidumbre. Reflexionemos sobre qué modelos de liderazgo son los que han demostrado los directores y equipos directivos en este contexto de pandemia. Los directores de centros educativos, a lo largo de estos últimos cursos, han sido capaces de conciliar diferentes modelos de liderazgo y de poner en práctica habilidades personales, interpersonales y sociales para las que, probablemente, ni ellos mismos, se consideraban poseedores. Pero vayamos al detalle. En este contexto de pandemia, las direcciones de los centros han demostrado ser líderes:

Imagen del Aula de Música del IES Alonso Quijano reconvertida en aula general para grupo.

Imagen del Aula de Música del IES Alonso Quijano reconvertida en aula general para grupo.

  • Orientados hacia las personas, capaces de entender que, en situaciones de crisis como esta, las personas son el fin último. Para ello, el director ha sido capaz de colaborar, desde su posición de liderazgo, con el resto de los agentes de la comunidad educativa (alumnado, docentes, familias, administración y servicios, organismos e instituciones…), coordinando acciones, participando en iniciativas transformadoras, fomentando la implicación de los diferentes agentes de la actividad académica.
  • Democráticos y participativos, conscientes de la necesidad de tomar decisiones complejas, difíciles, pero permitiendo, al tiempo, a los demás, opinar, participar, decidir, consiguiendo así una implicación real de toda la comunidad.
  • Colaborativos y capaz de trabajar en equipo: quienes ejercen la función directiva en contexto de pandemia necesita de todos los miembros, especialmente de su equipo directivo, para buscar soluciones a problemas diarios, para resolver tareas, para encontrar respuestas a preguntas que jamás pensaron haberse planteado sobre asuntos que nunca imaginaron que pudieran existir.
  • La pandemia exige de directores responsables, conscientes de su misión en tiempos de adversidad, seguros de sus capacidades, sin horarios, sin calendarios...
  • Y, aunque pueda ser considerado políticamente incorrecto, un contexto de incertidumbre como el que estamos viviendo necesita y exige también de liderazgos transaccionales, capaces de tomar decisiones sin titubeos, de ordenar; capaces de resolver interminable burocracia, conscientes de que su objetivo último es que la maquinaria de la educación no se detenga; un líder que escucha, que dialoga, que debate, pero que, finalmente, toma sus propias decisiones, porque esa fue la responsabilidad para la que fue llamado.
  • Emocionalmente inteligentes, competentes para identificar, comprender, regular las emociones propias y las ajenas, tanto en el ámbito educativo, como en el organizacional o el sanitario. Esta capacidad ha permitido reconocer, en tiempos convulsos, a directores motivados hacia su proyecto; con confianza en sí mismos; capaces de vencer al cansancio y al estrés; coordinando, innovando y organizando; inspirando y motivando para el trabajo en equipo.

Imagen de aula de referencia del IES Alonso Quijano conforme a las medias de prevención e higiene frente a COVID-19.

Imagen de aula de referencia del IES Alonso Quijano conforme a las medias de prevención e higiene frente a COVID-19.

Así han demostrado ser los directores y las directoras de centros educativos en pandemia. Su trabajo callado, incansable, rodeado de dudas e incertidumbres, pasará desapercibido para muchos; para otros pronto será olvidado. Al fin y al cabo, para eso nos pagan, dirán muchos. Sirvan estas páginas para poner en valor su servicio y compromiso a lo largo de esta pandemia, pues ellos y ellas son un ejemplo de liderazgo.

Autoría

Juan Ruiz Cerros. Estudió en el CP San Ignacio de Loyola y el IES Eduardo Valencia de Calzada de Calatrava. Licenciado en Filología Hispánica por la UCLM, desarrolla su labor docente en el IES Alonso Quijano de Argamasilla de Calatrava como miembro del Departamento de LCL, tarea que compagina con la Jefatura de Estudios de dicho centro. Ha participado como tutor para diferentes actividades formativas en el CRFP en Castilla-La Mancha relacionados con actualización de legislación educativa y buenas prácticas. Del mismo modo, ha colaborado en el grupo de investigación GraVa (Grammatica Varia. Estudios sobre gramática y variación) de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Publicado en Buenas prácticas

Etiquetado como Equipos directivos, pandemia, COVID-19

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